“Quiero estar, quiero jugar; no importa si duele”. Fernando Zampedri rubrica su intención de viajar con el plantel rumbo a Buenos Aires, donde mañana, a las 16, Atlético visitará a Racing, en Avellaneda. Del otro lado, hubo un vacío de silencio primero, y después un pedido de paciencia, hasta tanto se conozcan los resultados de los estudios que iban a realizarle.
Pero, en realidad, incluso antes de que se conocieran los datos oficiales del chequeo, el destino de Zampedri estaba sellado. Ante los evidentes gestos de dolor que mostró el miércoles el punta, Pablo Lavallén no pensó en arriesgarlo sabiendo lo determinante que puede ser su as del gol el próximo martes, cuando Jorge Wilstermann se presente en el Monumental, por la Copa Libertadores.
El diagnóstico oficial decretó: ruptura del Quiste de Baker en la rodilla izquierda -produce el líquido que lubrica la articulación de la rodilla (se inflama)-, y un cuadro de sinovitis (líquido) en el tobillo izquierdo, también. Nada grave, pero lesiones suficientes al fin para que Zampedri sea bajado de la lista original de viajeros a Buenos Aires. No fue el único (ver aparte).
“Nunca voy a decir que no a jugar. Tenía ganas de estar, pero... bueno”, lamentó el goleador, que al menos por el fin de semana verá a Atlético por TV y no dentro de una cancha de fútbol, como tiene acostumbrados a los hinchas.
Lo que sigue para él son largas sesiones de fisioterapia, a cargo de los kinesiólogos del “Decano”. “Zampe” deberá realizar algunos ejercicios puntuales, además de tomarse su tiempo para elongar la zonas afectadas. De a poco lo irán llevando, hasta dejarlo en condiciones para el duelo de la fecha 4 del Grupo 5. Si todo sale como se espera, Zampedri llegará cero kilómetro al choque del martes.